En los mercados laborales, una cuestión fundamental es distinguir la diferencia entre el desempleo originado por los ciclos económicos y el desempleo estructural. Mientras que el primero puede explicarse por los ciclos expansivos o recesivos de la economía, el segundo hace referencia a la composición de los sectores de actividad económica y características de como las edades, experiencia, niveles educativos y competencias o niveles de subempleo de la fuerza laboral.
En 1945, el economista inglés William Henry Beveridge mostró, con evidencia empírica para la economía inglesa, la relación inversa entre la tasa de desempleo y el número de vacantes. En dicha relación -que posteriormente se nombraría como la curva de Beveridge, se propone que una mayor tasa de vacantes en el mercado laboral se correspondería con una menor tasa de desempleo y viceversa.
Los trabajos de Blanchard y Diamond (1989) y Petrongolo y Pissarides (2001) realizados posteriormente, dieron mayor justificación teórica a la relación mostrada por Beveridge, en especial cuando la tasa de desempleo se iguala con la tasa de vacantes, lo que brinda justificaciones teóricas para el desempleo estructural y los elementos friccionales del mercado laboral.
La herramienta de modelización utilizada en esta relación es lo que se denomina función de emparejamiento (matching function) con aplicaciones para el mercado laboral, especialmente en el funcionamiento del mercado y de las fricciones en el mismo. La función de emparejamiento, utiliza una estructura conceptual similar a la de la función de producción, donde se muestra las distintas cantidades de producto que se puede obtener combinando distintas cantidades de factores productivos y dado cierto nivel de conocimientos o tecnología.
Para el mercado laboral, los inputs son el número de desempleados y el número de vacantes y el output o flujo de salida de desempleo muestra las diferentes combinaciones posibles en el mercado laboral considerando que la variable equivalente a la tecnología capturará las fricciones, rigideces y elementos heterogéneos del mercado laboral.
La expresión de la función de emparejamiento es:
M = M (U, V)
M (U,0) = M(0,V) =0
M = flujo de salida del desempleo (match)
U = número de desempleados
V = número de vacantes
La función por tanto es convexa y creciente asintóticamente en U y en V y en la bisectriz, el número de vacantes, se iguala con el número de desempleados.
La función de emparejamiento sigue la forma de la función de producción Cobb-Douglas con rendimientos constantes a escala de tal forma que,
M = A U(ɤ) Y (1-ɤ)
Donde:
M es flujo de desempleo, A representa el factor tecnológico, heterogeneidades, fricciones y eficiencia del mercado de trabajo y (ɤ, 1-ɤ) son las elasticidades de emparejamiento.
Los movimientos a lo largo de la curva, como los desplazamientos de la curva nos muestran tanto las variaciones en el flujo de desempleo asociados al ciclo económico como a las condiciones estructurales del mercado laboral.
Las estimaciones e investigaciones de la curva de Beveridge en América Latina son limitadas, en parte debido a la ausencia de estadísticas o series temporales de las vacantes en el mercado laboral; no obstante, es importante para las opciones de política pública en el mercado laboral.
Referencias
Beveridge, W. H. (2015). Full Employment in a Free Society (Works of William H. Beveridge): A Report. Routledge.
Kohlbrecher, B., Merkl, C., & Nordmeier, D. (2016). Revisiting the Matching Function. SSRN Electronic Journal. https://doi.org/10.2139/ssrn.2799202
Paz Rodriguez, R. E. (2019). La función de emparejamiento agregada del mercado laboral chileno. Revista de análisis económico, 34(1), 85–110. https://doi.org/10.4067/s0718-88702019000100085
Petrongolo, B., & Pissarides, C. A. (2001). Looking into the Black Box: A Survey of the Matching Function. Journal of Economic Literature, 39(2), 390–431. https://doi.org/10.1257/jel.39.2.390
Villaverde, J., Maza, A., & Hierro, M. (2015). La curva de Beveridge en España: nueva evidencia para el período 2000–2011. Cuadernos de Economía, 34(64), 199–228. https://doi.org/10.15446/cuad.econ.v34n64.45937
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